El consumo de carne vacuna cayó a su peor nivel en 100 años en la Argentina. Precios, pobreza e inflación resultan devastadores a la hora de encarar una góndola.
Los datos aportados por la Bolsa de Comercio de Rosario y el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) muestran que la caída del consumo va en paralelo con la baja del PBI per cápita.
El consumo de carne bovina, cuya media histórica era de 73,4 kg/hab/año, comenzó a caer dramáticamente a partir del año 2013 consecuencia de los desaciertos económicos de la gestión de Axel Kicillof, al frente del Ministerio de Economía. Durante el segundo mandato de CFK cayó a 54,5 kilogramos por habitante, y de ahí en adelante siguió en caída. Sólo en 1920 la ingesta nacional de carne fue inferior: 46,9 kg.
En los últimos años la Argentina cayó del primer puesto como exportador de carne -a fines de la década del 60 abastecía cerca del 40% de la demanda- al número cinco en 2021, con una participación de apenas el 6% del mercado.