Del 7,8% de inflación oficial de mayo se desprenden al menos dos ingredientes calientes en el menú inflacionario 2023. Por un lado, el costo de alimentarse el mes pasado se redujo, de acuerdo con lo publicado por el Indec, considerablemente respecto de la marca registrada en abril.
En aquel mes había arrojado 10,1% y ahora el dato fue de 5,8%. Una diferencia que metodológicamente hace ruido pero que el gobierno explica en que el salto del dólar en los últimos días de abril no fue tan fuerte como el ocurrido en marzo (debido entre otros factores a la fuerte intervención oficial en el mercado de bonos y de las cotizaciones financiera) y, en consecuencia, el traslado a las góndolas fue menor.
De todos modos, en los bolsillos la mayoría de los consumidores no siente esa desaceleración. En la secretaría de Comercio se entusiasman y creen que junio tendrá una curva aún menor de aumentos. Confían en la llegada de Precios Justos a los barrios que, aun autorizando aumentos ofrece una canasta de más de 100 productos con valores más accesibles, más allá de que el programa comenzó este mes y muchos comerciantes denuncian que los resulta difícil el abastecimiento.
El IPC oficial de mayo muestra una mínima desaceleración respecto del mes anterior, sin embargo este dato no alcanza para descomprimir la desazón general ante la suba de los precios. La inflación anual ya alcanzó al 148%.