El ejército israelí anunció que incrementó los bombardeos en la Franja de Gaza “de manera muy significativa”, tras casi tres semanas de ataques en donde las víctimas sólo son civiles palestinos que no forman parte de grupo terrorista alguno y que nunca se han manifestado a favor de la violencia con la que actúa Hamás en la región.
Israel ha aseverado que pretende aplastar el gobierno de Hamás en Gaza y su capacidad de amenazar a Israel. Más allá de los anuncios y los crímenes cometidos contra civiles palestinos el ejército israelí aún no ha podido dar respuesta a cómo alcanzará su objetivo atacando un territorio donde no residen los terroristas que dice estar combatiendo.
Después de tres semanas de intensos ataques el número de muertos palestinos ha superado los 7.300, en su mayoría entre las víctimas se reconocen mujeres y niños. Los palestinos a los que no se les ha permitido abandonar la zona de los ataques sobreviven sin acceso a alimentos, gas, agua, medicinas y energía eléctrica.
Ante semejante masacre los líderes árabes y de la ONU le han pedido a Israel un cese del fuego para permitir la entrada de ayuda humanitaria a la región. Hasta el momento Israel se ha negado a dar una respuesta satisfactoria al reclamo.