La pianista Martha Argerich brilló en el Teatro Colón al dar inicio al festival musical que lleva su nombre con una gala que arrancó con el bellísimo Concierto para piano y orquesta en sol mayor del compositor francés Maurice Ravel.
Acompañada por la Filarmónica de Buenos Aires bajo la dirección de Charles Dutoit, que fuera pareja y compañero musical de Argerich en innumerables aventuras musicales, la pianista argentina logró momentos de estallada belleza en una interpretación sólida, profunda y sin amaneramientos para una obra que Ravel escribió en su etapa adulta, estrenó en París en 1932 y es una de las más valiosas de su repertorio.
Luego de dar apertura al Festival, Argerich se despidió del escenario, aunque antes del entreacto de la gala se dio el lujo de volver para tocar a cuatro manos una pieza con su nieto de 11 años, que se presentó en el proscenio del máximo coliseo argentino con una camiseta de la Selección Argentina con el 10 en la espalda, vestido como una pequeña estrella de rock.