Google está a punto de ingresar al mercado de las inteligencias artificiales generativas con Bard, su propio modelo que competirá con ChatGPT y que será integrado al sistema de su buscador para mejorar su interacción con los usuarios.
Las estimaciones sobre la implementación y la disponibilidad del servicio, que estaría próximo a ser lanzado públicamente, indican que en un primer momento solo podrán acceder a Bard aproximadamente un millón de personas. Luego de algunos meses de uso controlado, este número ascenderá a 30 millones.
El proceso de lanzamiento al público ya se encuentra en marcha y ya se conocen algunas de las funciones más básicas con las que contará Bard al momento de su llegada al mercado.
AYUDA A ESCRIBIR CÓDIGO DE PROGRAMACIÓN
Al igual que lo hace ChatGPT, Bard también será capaz de ejecutar respuestas en forma de lenguaje de programación si es que algún usuario solicita que sea ofrecida de esa forma o si la mejor forma de responder a la pregunta realizada es por ese medio.
También tendrá la capacidad de recibir nuevas preguntas o indicaciones que permitirían mejorar el código elaborado en primera instancia para añadir detalles extras o eliminar datos de la respuesta final.
PREDICCIÓN DE RESULTADOS Y SUGERENCIAS DE BÚSQUEDA
Al igual que cualquier otro sistema que integre inteligencia artificial a sus servicios, Bard también aprenderá qué tipo de uso le da un usuario en particular al buscador de Google. Con eso, el software empezará a mostrar más resultados cercanos a los enlaces o respuestas que se obtuvieron previamente.
El modelo de software de Google tendrá la posibilidad de sugerir qué información puede ser de mayor utilidad durante una sesión de búsqueda basándose en interacciones previas e intereses mostrados en el comportamiento de cada usuario.
RESULTADOS DE BÚSQUEDA CON INFORMACIÓN RECIENTE
Uno de los problemas que se experimentaron en la implementación de modelos como ChatGPT fue que los resultados de las consultas de información que eran solicitados a la inteligencia artificial de OpenAI tenían una cantidad limitada de datos que podía ofrecer. Los contenidos generados posteriores a un año determinado no estaban incluidos dentro de su base de datos.
En el caso de Bard este problema ya no existirá, pues se está trabajando en que cada respuesta a una consulta realizada en diferentes momentos tenga información actualizada con la versión más reciente, de forma que actúe como una versión más conversacional del buscador de Google.
RESÚMENES DE ARTÍCULOS Y PÁGINAS WEB
Debido a que la inteligencia artificial de Google está constantemente conectada a internet y es capaz de procesar gran cantidad de información proveniente de los datos almacenados en la web, Bard podrá actuar como una herramienta de elaboración de resúmenes de información que se pueda encontrar publicada en páginas web o artículos académicos.
Con esto, la capacidad de Bard para interpretar la información podrá ser útil para “leer” un texto y resumirlo en una versión más breve que contenga las ideas centrales del mismo. De esta forma, se podrá generar una dinámica basada en el aumento de la productividad en el trabajo.