Si bien ya está disponible la quinta dosis, la mitad del país no se dio la tercera. Nuevos datos confirman que no hacerlo incrementa la tasa de muertes en mayores de 60 años.
El último parte nacional sobre la Covid impactó otra vez por un nuevo aumento de casos, pero sobre todo por la novedad de la suba en la cantidad de muertes. Este último dato es el que más enciende las alarmas, sobre todo porque la ocupación de las camas en terapia intensiva también pegó un salto importante.
Estar vacunado al menos con tres dosis es clave, afirman los expertos, para enfrentar a Ómicron, una variante de la Covid que se volvió dominante en el verano pasado y ahora ataca de nuevo recargada con subvariantes más contagiosas.
El problema, frente a esta nueva ola es que apenas el 47,5 por ciento de la población argentina, según cifras oficiales, se aplicó la tercera dosis, a diferencia del 80 por ciento que se dio la segunda y del 88 por ciento que recibió la primera.
La clave del refuerzo, como su nombre lo indica, es robustecer el nivel de anticuerpos neutralizantes contra la Covid. La recomendación es aplicarse una nueva dosis si ya han transcurrido seis meses desde el último pinchazo. Pasado ese lapso la inmunidad comienza a decaer.
Es importante recordar que las vacunas disponibles en Argentina tienen hoy como principal función evitar o reducir la posibilidad de que la enfermedad provoque un cuadro clínico grave que pueda derivar en la muerte.
El hecho de que Ómicron evada fácilmente la inmunidad que aportan las vacunas de primera generación y le sea más sencilla la transmisión de la infección, no significa que el fármaco no siga siendo crucial para reducir la letalidad.