El cambio de gobierno puso fin a todos los acuerdos de precios distorsivos que existían en el país, cuestión que originó una fuerte suba en los productos que se venden en supermercados. Desde la Cámara de Supermercadistas de Rosario (Casar) aseguraron que esa escalada de precios comenzó a desacelerarse, y encuentran la principal razón de ello en la caída de ventas.
“Después de la cuestión eleccionaria donde hubo un desbande de precios de la industria, ahora se trata de ir negociando permanentemente para lograr que se vayan desacelerando porque ciertos aumentos no se entienden mucho ya que pareciera que estuvieron trabajando a pérdida durante todo este tiempo, pero no fue así. Tuvimos subas que superaron la inflación”, señaló el presidente de Casar, Sergio Cassinerio.
De acuerdo al supermercadista, el fin de los programas mejoró el abastecimiento por parte de los proveedores, que antes cuotificaban las entregas, ahora cumplen en tiempo y forma. Pero el inconveniente está en que los sueldos no se actualizaron al ritmo de la escalada inflacionaria y entonces estos aumentos repercutieron en una baja del consumo.
“Tenemos un panorama que lamentablemente porque en medio de todo esto se nota una baja de ventas. La gente está racionalizando porque no puede seguir convalidando los distintos precios porque los salarios no corrieron la misma suerte que los productos”, sostuvo el referente del sector.
Consultado sobre si todavía hay proveedores entregando listas con aumentos, Cassinerio confirmó que esto sigue pasando, aunque aseguró que la mayoría de los comercios de venta minorista ya no convalidan esos precios.
“Entendemos que hubo una necesidad de un acomodamiento pero ya está”, afirmó. De todos modos, advirtió que con la última suba de combustibles y los posibles tarifazos de luz y gas, en los próximos meses podría darse una nueva escalada de precios.