“Los ataques contra niños y niñas en Gaza no pueden normalizarse”, expresó James Elder, portavoz global de la agencia de Naciones Unidas para la infancia, UNICEF.
Elder, quien acaba de visitar Gaza en su cuarta misión al territorio en los últimos doce meses, a través de un comunicado dejó en claro las brutalidades cometidas por el ejército israelí al confirma que desde hace un año fueron asesinados 16.000 niños.
El vocero tiene dos décadas de experiencia en conflictos, pero en el caso de Gaza enfrenta algo que jamás le había ocurrido: tener que recordar al mundo «que los niños palestinos son niños”.
La ofensiva de Israel en Gaza dejó más de 41.000 muertos, en los últimos ataques, incluyendo más de 16.000 niños, y cerca de 100 mil heridos, Más de 15.000 personas siguen desaparecidas, bajo escombros.
DENUNCIA DE MÉDICOS SIN FRONTERAS
Médicos Sin Fronteras denunció que Israel bloqueó el acceso al agua en la Franja de Gaza, una acción que calificaron como «otra arma de guerra» contra la población. La organización no gubernamental acusó al gobierno israelí de cortar el suministro eléctrico y restringir la entrada de combustible al enclave palestino, lo que paralizó la infraestructura hídrica de Gaza y agravó la situación humanitaria.
Paula Navarro, coordinadora de agua y saneamiento de MSF en Gaza, afirmó que «la nueva oleada de bombardeos mató a miles de personas en menos de un mes», en referencia a la suspensión del alto al fuego ordenada por Tel Aviv el pasado 18 de marzo.
A su vez, señaló que «las fuerzas israelíes siguen privando de agua a la población de Gaza, mediante el corte de la electricidad y el bloqueo a la entrada de combustible, dos recursos necesarios para las bombas de agua y la infraestructura de saneamiento».
El reporte de MSF, detalla como desde el 2 de marzo, Israel cerró los cruces fronterizos, dos días después del final de la primera fase del alto al fuego, restringiendo la entrada de combustible al enclave. Esta medida afectó gravemente a las bombas de agua y las plantas desalinizadoras, esenciales para el suministro de agua potable. Como resultado, las familias en Gaza tuvieron que caminar largas distancias para llenar bidones en los pocos tanques disponibles, insuficientes para cubrir sus necesidades básicas.
El pasado fin de semana, las autoridades locales informaron que la tubería «Mekorot», que abastece de agua al 70% de la población, desde hace días no funciona. MSF alertó que, si la situación no cambia, el sistema de suministro de agua colapsará por completo, lo que tendrá consecuencias humanitarias devastadoras para los millones de palestinos que viven en la Franja.
La falta de agua potable ya estaba teniendo graves repercusiones sanitarias. En los centros de atención primaria de salud de Al Mawasi y Jan Yunis, las enfermedades más comunes tratadas por MSF fueron ictericia, diarrea y sarna, todas causadas por el insuficiente suministro de agua potable. «Para aquellos que llevaron más de un año soportando bombardeos implacables, verse obligados a beber agua no potable o simplemente no disponer de agua suficiente solo agravó su sufrimiento», declaró Paula Navarro.
Por su parte, Chiara Lodi, coordinadora del equipo médico de MSF en Gaza, explicó que la organización trató a un número creciente de niños afectados por enfermedades cutáneas como la sarna, una afección completamente prevenible. Lodi destacó que «la sarna no solo es desagradable y molesta, sino que, en casos graves, hizo que los niños se rascaran hasta sangrar, lo que aumentó el riesgo de infecciones y dejó cicatrices permanentes».
En medio de la condena internacional a Israel por el ataque a 15 médicos y rescatistas, MSF pidió que se pusiera fin a los bombardeos, se restableciera el alto al fuego y se permitiera la entrada de ayuda humanitaria, incluyendo combustible, agua y suministros médicos. La organización también exigió que Israel levantara el «inhumano asedio» a Gaza, respetara el derecho internacional humanitario y garantizara el acceso inmediato y sin obstáculos a la ayuda humanitaria.
«MSF pidió a las autoridades israelíes que levantaran el inhumano asedio a Gaza, respetaran el derecho internacional humanitario y asumieran sus responsabilidades como potencia ocupante, garantizando el acceso inmediato y sin obstáculos de la ayuda humanitaria», concluyó la organización humanitaria.