Luego de una semana de negociaciones y confusiones sobre la modalidad operativa, el Gobierno logró acordar con las empresas agroindustriales la implementación del dólar soja 4.
El punto principal no cambió: en vez de crear un nuevo tipo de cambio más alto, como sucedió en ocasiones anteriores, se habilitó la posibilidad de disponer libremente del 25% de las divisas, mientras que el 75% restante se deberá liquidar al tipo de cambio oficial, como hasta ahora.
Eso implica un tipo de cambio de alrededor de $450 por la combinación de ese 25% a un dólar de $770 y el 75% restante al tipo de cambio oficial de $350. Es lo que obtendrán los exportadores de soja y productos derivados, como el biodiesel, por la prefinanciación, postfinanciación de exportaciones o anticipos de liquidaciones de operaciones de ventas al extranjero.
La intención es que las empresas del complejo agroindustrial de Rosario puedan comprar más soja para procesar, porque la pasada sequía redujo la cosecha a menos de la mitad, e impulsar la comercialización dado que la devaluación desalienta a los productores a desprenderse de granos con valor dolarizado.
CADA EMPRESA DECIDIRÁ SI INGRESA Y DE QUÉ MANERA
La cámara de agropexportadores CIARA-CEC aclaró que como las disposiciones que contiene el decreto indican que “no estamos frente a un típico programa exportador como las versiones anteriores, cada empresa decidirá individualmente si ingresa al esquema y de qué manera operará”.
Cada exportador tomará esa decisión sobre la base de sus necesidades de molienda y/o del programa de exportación de soja y subproductos de la soja de origen argentino.
Desde CIARA CEC reiteraron que como industria creen que “la mejor política es la unificación cambiaria y la eliminación de todo tipo de restricciones, para que podamos ser realmente un país agroexportador que piensa en el beneficio integral y de cada uno de los sectores que conforman una gran cadena”.