La ministra Pettovello amplió la denuncia sobre comedores que “no existen” y que recibían alimentos por parte del ex Ministerio de Desarrollo Social. La causa, tramita en el juzgado de Ariel Lijo y es instruida por el fiscal Ramiro González. La novedad es que la documentación adicional que se incorporó contiene una planilla Excel con los 1.201 lugares “no validados”, sus direcciones y las organizaciones que los inscribieron en el Registro Nacional de Comedores y Merenderos (RENACOM) y a los cuales eran derivadas toneladas de alimentos para las familias vulnerables. Sin embargo, su destino se desconoce.
En la Casa Rosada están convencidos que los bolsones de alimentos que debían ser destinados a los más vulnerables, se utilizaban como herramienta de extorsión, como quedó plasmado en la causa que investiga el fiscal Pollicita; o se vendían, como también fue denunciado en ese expediente que tiene como imputados a 28 dirigentes del Polo Obrero, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y Barrios de Pie.
En la lista que Leila Gianni, subsecretaria legal del Ministerio de Capital Humano presentó ante los Tribunales Federales de Comodoro Py, sobresalen comedores y merenderos que no existen o que dejaron de funcionar -pero no fueron dados de baja- a organizaciones y asociaciones civiles referenciados en piqueteros y dirigentes sociales como Emilio Pérsico, Juan Grabois, Juan Carlos Alderete, Daniel Menéndez y Eduardo Belliboni.
De los comedores inscriptos en el en el RENACOM 47.7% no funciona más como tal; y el 25% de las direcciones no existen o ahí nunca funcionó un merendero.
Por estas horas el gobierno está procesando la información recabada a fin de determinar las organizaciones sociales vinculadas con los referidos ‘comedores fantasma’”.
En cada uno de los renglones en los que figura el nombre del comedor y la organización piquetera consta el resultado de la auditoría que se realizó de manera personal. Entre esas evaluaciones sobresalen las frases “Los datos de domicilio de la preinscripción no coinciden con los reales”. “El espacio no funciona más como tal”. “En la dirección declarada nunca funcionó un comedor/merendero”. “En la dirección declarada nunca funcionó un comedor/merendero”.
En el casillero “observaciones” se pueden leer descripciones como: “Los vecinos refieren desconocer el funcionamiento del lugar y a la referente”. “El espacio fue alquilado, el referente se mudó a Mar del Plata”. “La numeración de la calle no existe. se habló con vecinos que no reconocían al comedor ni al referente. El teléfono que figura es inexistente”. “No se encuentra. No coinciden entre calles. No coincide el barrio”, entre otras cientos de indicaciones.