El exgobernador de Entre Ríos Sergio Urribarri fue detenido esta mañana por orden de la Cámara de Casación de la provincia, que dispuso su “inmediata captura” en la causa en la que está condenado a ocho años de prisión e inhabilitado a perpetuidad para ejercer cargos públicos.
Urribarri fue encontrado culpable de los delitos de peculado y negociaciones incompatibles con el cargo de gobernador, pero como la condena todavía no está firme, no comenzará a cumplir su pena. Lo dispuesto hoy por la justicia provincial es una prisión preventiva para evitar que el exmandatario, cuya situación judicial es cada vez más complicada, se fugue.
Urribarri fue detenido en Concordia, en su casa. Cuando le comunicaron que iban a buscarlo, “se descompensó”, por lo tanto fue trasladado, acompañado por su médico personal, a una cárcel de Paraná, en una camioneta de la Policía custodiada por un patrullero. Llegó a la prisión a las 17:23 y fue alojado separado del resto de la población carcelaria por una cuestión de seguridad.
La captura se ordenó en el marco de la causa en la que la justicia entrerriana consideró probado que Urribarri dispuso en forma ilegal de fondos públicos para financiar sus campañas electorales; entre otras maniobras, a través de contratos de imprenta y publicidad.
Además en la causa se probó que, como “la máxima autoridad del Poder Ejecutivo”, Urribarri y sus coimputados actuaron “en total impunidad durante ocho años”, recurrieron a “testaferros”, “destinaron el dinero público a fines personales, se sirvieron del aparato estatal y de las facultades legales y constitucionalmente asignadas, y también de las relaciones que entablaron durante el ejercicio de la función pública”.
El exgobernador kirchnerista durante el gobierno de Alberto Fernández fue embajador en Israel.