El gobierno dio un paso más en su intención de comprar nuevos submarinos para la Armada Argentina y de esta manera recuperar una capacidad de operación que esta fuerza perdió tras el nefasto episodio del ARA San Juan, en noviembre de 2017. El Ministerio de Defensa que conduce Luis Petri ya firmó con sus pares de Francia, una carta de intención para adquirir unidades Scorpene.
La firma de este documento con la empresa Naval Group es un paso importante aunque no definitivo en la adquisición de los submarinos. Una carta de intención significa que el país tiene la voluntad de avanzar en un eventual acuerdo, aunque no es vinculante, es decir, no hay compromiso de las partes a finalmente concretar la operación.
La empresa no es para nada sencilla ya que el país debe conseguir el financiamiento necesario para hacer frente a una operación de esta clase, que es multimillonaria en dólares. El submarino es una de las armas más caras del mundo, por su dificultad de construcción y los plazos de ejecución. En el Presupuesto 2025 la Casa Rosada realizó un pedido de endeudamiento por unos U$S2300 millones “para la recuperación de capacidad submarina”. El plazo mínimo de amortización es de tres años y quien tomaría el crédito es el Ministerio de Defensa.
Este fin de semana el Ministro de Defensa Luis Petri viajó a Europa aunque se desconocen los detalles de ese periplo. Cerca del funcionario negaron que su paso por París (en donde hará escala) tenga que ver con avanzar en las negociaciones por los submarinos. “No va para eso, el viaje tiene otro objetivo”, explicaron.
Más allá de las explicaciones ya tomaron estado público las negociaciones para la compra de dos submarinos Scorpene franceses que tienen un costo unitario de 500 millones de dólares. Son desarrollados por la empresa Naval Group, de la que el Estado francés es propietario del 60%. Su construcción puede demorar hasta siete años e incluso no se descarta que el astillero argentino Tandanor participe del proceso.