Robert De Niro terminó de filmar sus apariciones en “Nada”, la serie que dirigen Mariano Cohn y Gastón Duprat, la dupla de realizadores de Competencia oficial y El ciudadano ilustre, y que tiene a Luis Brandoni como protagonista.
Como las tomas del viernes no fueron tan tempranas como en jornadas anteriores, De Niro aprovechó y fue a desayunar a La Biela, en Recoleta. Pasadas las 9.30, ya estaba listo en el set de filmación en La Boca.
Grabaron en el restaurante de Francis Mallmann, Patagonia Sur, momentáneamente cerrado, que sirve también en sus distintos espacios como locación de la casa de Manuel, el crítico gastronómico que interpreta Brandoni, donde se queda a vivir Vincent, el escritor estadounidense que interpreta De Niro).
Las últimas escenas fueron emotivas, muy cálidas, sobre de la relación de estos dos amigos, y de los preparativos de las salidas que van a hacer por la ciudad. También se filmaron algunas caminatas por el barrio de La Boca, con el puente del transbordador de fondo.
Una situación graciosa se produjo cuando alguien del equipo de producción imprimió y les alcanzó a los actores las notas de sitios web que se hacían eco de una información falsa, que refería al supuesto malestar de Brandoni por llegadas tardes de De Niro al set. Esto fue luego del break del mediodía, ambos se reían de la publicación.
No solo los técnicos le tienen mucha estima a De Niro. Ayer, antes del mediodía Mallmann pasó a visitar el set, en La Boca. Y se quedó a almorzar con De Niro, Brandoni y los directores Mariano Cohn y Gastón Duprat. Lo curioso fue que no comieron nada preparado por el cocinero, ni tampoco lo que estaba en el servicio de catering: pidieron un delivery de milanesas a la napolitana con papas fritas.
Durante un descanso De Niro le pidió a Luis Brandoni que se acercara a su trailer, porque estaba con dos amigos que habían llegado al rodaje y querían conocerlo y sacarse fotos con el actor de La odisea de los giles. Los amigos son estadounidenses, pero viven acá, en la Argentina. Cuando salió del motorhome, Brandoni bromeó con los técnicos “¡El mundo del revés! ¡Robert De Niro me pidió una foto!”
Durante el rodaje, entre una toma y otra, cuando los actores deben esperar a que cambien las luces y las posiciones de las cámaras, cada uno se recluye en su motorhome. De Niro siempre tuvo encendida su enorme pantalla de 80 pulgadas, en la señal de CNN, Luis Brandoni, hacía lo mismo mirando TN y La Nación+.
Robert De Niro probó y aprobó el helado de dulce de leche y el mate amargo. Ayer, antes de filmar la última toma, Brandoni le estaba explicando algunas señas del truco. Le mostraba los gestos y De Niro se reía fuerte de las muecas que hacía su amigo.
Tiffany, la novia del actor, y Helen Grace, su hijita de 10 años, después del check out en la Mansión del Four Seasons se unieron a De Niro y en el Aeropuerto de Ezeiza y abordaron el avión privado que los trajo a Buenos Aires desde Nueva York, hace exactamente una semana.
El actor de El Padrino Parte II y La familia de mi novia no embarcó sólo con un equipo de mate, además se llevó varios kilos de yerba, y como durante un descanso Cohn y Duprat le hicieron escuchar canciones de Charly García y advirtieron que Robert quedó fascinado con “No soy un extraño”, decidieron obsequiarle los 56 álbumes originales de Charly.