La entidad, sin que el gobierno se lo exigiera, presentó una solicitud para realizar la convocatoria en Plaza Lavalle. El documento expresaba que se comprometían a acatar las normativas aplicables a eventos masivos en espacios públicos, y lo cumplieron.
Además la confederación de Trabajadores, previo a obtener la autorización, a través de Héctor Daer, presentó un seguro de responsabilidad civil de 10 millones de pesos, como garantía de que se respetarían las normas impuestas por la ministra Patricia Bullrich.
El texto de la entidad sindical detallaba que “La Confederación General del Trabajo se compromete a acatar las resoluciones N° 706 y demás normativas aplicables a eventos masivos en espacios públicos, entendiendo previamente que el incumplimiento conllevará a la caducidad del permiso”.
La presencia activa de un gran número de agentes de seguridad federales y de la Policía de la Ciudad –en el marco del protocolo antipiquete- resultó exagerada ante la escasa convocatoria que lograron los líderes sindicales.
La movilización, concentración y acto, duró apenas 2 horas, tiempo en el que nadie se atrevió a hablar de paro general.