El ingreso es masivo y más del 90% de los jóvenes entra al secundario. Hasta ahí las cosas funcionan medianamente bien, el problema, cada vez más grave, es la permanencia de esos estudiantes en la escuela. Sólo el 16% termina sus estudios en tiempo y forma.
Esos 16 de cada 100 estudiantes que finalizan sus estudios pertenecen a sectores de mayor nivel socioeconómico, y en la mayoría de los casos sus madres cursaron estudios en la universidad.
Entre los estudiantes que completan sus estudios el 52,1% pertenece al sector de mayor nivel socioeconómico. De los 16 de cada 100 estudiantes que terminan la secundaria en tiempo y forma, 8 pertenecen al grupo socioeconómico más alto; 5 al medio y 3 al más bajo.
De acuerdo con su lugar de residencia, ese 16% de estudiantes que concluyen en tiempo y forma el cursado se reparte en ocho jurisdicciones, lo que deja a la vista la profunda desigualdad según las distintas regiones del país: Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Mendoza, Río Negro, Santa Fe y Tierra del Fuego. En el resto de las provincias, es mayor la proporción de estudiantes que no logran las trayectorias escolares esperadas.