Por el impacto que tuvo la generalización del impuesto PAIS a las importaciones a fines de julio y la devaluación dispuesta tras las PASO -que sólo afectó a dos semanas del mes-, sumado a un elevado piso que ya mostraban las subas de precios mensuales en la Argentina, la inflación de agosto fue de 12,4% y alcanzó los dos dígitos luego de más de 20 años. El histórico número estuvo motorizado principalmente por el impactante aumento en los valores de los alimentos.
El dato mensual del Indec mostró por primera vez dos cifras desde abril de 2002 (10,4%), cuando la Argentina dejó atrás la convertibilidad con el dólar en medio de la peor crisis económica de la historia. Para encontrar un dato más elevado hay que remontarse, no obstante, a febrero de 1991, cuando el IPC marcó 27%.
La suba de precios acumulada en el año alcanzó un 80,2%, mientras que la variación interanual se estiró a 124,4%. La medición núcleo -que elimina valores estacionales y regulados- mostró un alza de 13,8%. Los precios de los alimentos se dispararon 15,6%. Subieron por los fuertes incrementos registrados en las categorías Carnes y derivados, y en Verduras, tubérculos y legumbres. Le siguieron Salud (15,3%) –por las alzas verificadas en los medicamentos– y Equipamiento y mantenimiento del hogar (14,1%), muy atado al dólar.
Como la devaluación oficial de 27% pactada entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) -aceleración de crawling peg desde fines de julio y salto brusco post PASO en agosto- tuvo su mayor impacto en los últimos 15 días del mes, se espera que septiembre muestre también una variación de dos dígitos. Ese IPC se conocerá el 12 de octubre. Pese a que el Fondo espera una inflación promedio de 115% para este año (casi el doble de lo estimado por el Ministerio de Economía en el presupuesto 2023), los analistas ya prevén un alza de entre 150% y 190% para diciembre.